Muchos propietarios revisan los contratos de sus inquilinos pensando que saben cómo y cuándo pueden finalizar un alquiler.
Pero hay un aspecto de la ley que puede alargar la permanencia de un inquilino más de lo esperado. Se trata de una cláusula poco visible que puede aplicarse automáticamente según ciertas condiciones.
Cómo funciona esta cláusula
La , vigente desde marzo de 2019, introduce una prórroga obligatoria en los contratos de alquiler de vivienda habitual.
Si el contrato de alquiler tiene una duración inferior a cinco años (en caso de propietario persona física) o siete años (si es una empresa), la ley permite que el contrato se prorrogue automáticamente hasta completar ese período.
Esto significa que, aunque el propietario quiera finalizar el contrato, el inquilino podrí