Las incursiones de drones rusos sobre el espacio aéreo europeo han convertido el cielo del continente en una nueva frontera de la guerra híbrida. En pocas semanas, estos aparatos han obligado al cierre de aeropuertos, puesto en alerta a las fuerzas aéreas de la OTAN y reabierto un debate que Europa creía lejano: cómo defenderse de un enemigo barato, difícil de rastrear y cada vez más sofisticado. Entonces escuchamos por primera vez la idea del “muro de drones” , y ahora está empezando a tomar una forma inesperada.
La amenaza invisible. Los incidentes en Polonia , Dinamarca y Alemania, donde drones de origen desconocido sobrevolaron bases militares y zonas civiles antes de desaparecer, han acelerado la creación de un dispositivo de defensa sin precedentes.
Los aliados busca