Cuando analicé las Vision Pro hace más de un año , escribí que eran "un potencial increíble en un producto imperfecto". Hoy Apple ha presentado las Vision Pro con el nuevo chip M5 y la sensación es la misma, solo que más incómoda .
La imperfección persiste. El potencial sigue ahí. Pero algo ha cambiado: Apple parece haber perdido la fe en su propia visión.
Esta "segunda generación" no es una gran evolución (solo cambia el chip, detalles menores de los paneles y una nueva cinta opcional), es una confesión tácita. Cuando Apple actualiza un producto cambiando únicamente el procesador, está enviando una señal: este dispositivo está en modo mantenimiento .
No es algo eterno, a veces solo se trata de una fase. Es lo que hicieron con el Mac mini antes de rediseñarlo o con los AirPods a