
En EE.UU. continúa la epidemia de una 'droga zombi' que provoca la putrefacción de la carne viva de los consumidores. Se trata de la xilacina, un tranquilizante para animales que se mezcla con fentanilo para potenciar su efecto, informa New York Post.
El epicentro de la propagación de esta droga es la ciudad de Filadelfia, donde en 2023 el 38 % de las muertes accidentales por sobredosis de drogas se debieron a la xilacina. Asif Ilyas, cirujano ortopédico e investigador sobre el consumo de opioides en Rothman Orthopaedics y la Universidad Drexel de Filadelfia, contó que hace cinco años ni un solo paciente en los hospitales de la ciudad presentaba signos de putrefacción de extremidades por xilacina, mientras que ahora se reciben pacientes de este tipo a diario .
"Llegan esencialmente momificados"
" Los pacientes llegan esencialmente momificados o con las extremidades autoamputadas ", cuenta Ilyas. El experto explica que la xilacina deja al consumidor en un estado similar al de un zombi al reducir la liberación del neurotransmisor noradrenalina en el sistema nervioso central, lo que a su vez provoca una ralentización del ritmo cardíaco y una disminución de la presión sanguínea.
Al mismo tiempo, se produce un estrechamiento de los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo de sangre y oxígeno a las extremidades y hace que las células del cuerpo sean más susceptibles de morir. La zona donde se ha inyectado la droga se ve especialmente afectada.
"En el peor de los casos, las extremidades se autoamputarán, literalmente, todos los tejidos blandos necróticos de los huesos se desprenderán y los pacientes llegarán prácticamente momificados", describe Ilyas, añadiendo que la gravedad de las lesiones depende de la cantidad de xilacina y de la frecuencia de su uso . Según el experto, en caso de lesiones moderadas o leves es posible recuperar la extremidad, pero si se sigue consumiendo la droga el proceso de recuperación se detiene.