¿Relanzamiento? ¿Sabrán en el PAN lo que es eso?

Por algún motivo insondable —que de momento no alcanzo a comprender (quizá una mutación genética o una adicción a la esperanza)— la humanidad insiste en reinventarse cada cierto tiempo y, lo que es peor, lo intenta.

El primero en pretender “actualizar” el mundo fue Carlomagno quien quiso hacer renacer Roma —dicho en todo de corrido—: “allá por el 800, presente lo tengo yo”. Don Charles llenó Europa de monjes escribanos, decretos ilegibles y reformas que duraron menos que una veladora a San Judas; en resumen, mucho latín, poca civilización. Las buenas intenciones no bastan.

Siglos más tarde, los Borbones franceses creyeron que el pueblo, tras guillotinar a un rey, querría probar con otro. No entendieron una lección muy simple: si un país d

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