La mayoría conservadora del Tribunal Supremo de Estados Unidos ha puesto en duda la constitucionalidad de una provisión clave de la Ley de Derecho al Voto, la histórica norma promulgada en 1965, durante el movimiento de derechos civiles, que fue diseñada para impedir la discriminación racial en las elecciones. Durante los alegatos iniciales de un caso que determinará el futuro de esta ley, ha parecido dispuesta a desmantelar su sección segunda, que estipula que los estados no pueden imponer ningún requisito, condición o procedimiento “con el fin de negar o restringir el derecho de cualquier ciudadano a votar por motivos de raza o color”.
Esta sección ha sido usada en repetidas ocasiones por votantes afroamericanos para impugnar mapas electorales con los que se sentían discriminados con la