Las precipitaciones excesivas anegaron campos, comprometieron cultivos y forzaron a muchos productores a desprenderse de parte de su hacienda en amplias zonas del oeste y sudeste de la provincia de Buenos Aires. En este contexto, la Ley de Emergencia Agropecuaria N.º 26.509 contempla herramientas específicas para mitigar el impacto económico, entre ellas la deducción del 100% del Impuesto a las Ganancias sobre la utilidad generada por ventas forzosas de hacienda bovina, ovina, caprina o porcina.
De acuerdo con la normativa, esta posibilidad se aplica a productores cuyos establecimientos hayan sido declarados en situación de emergencia agropecuaria —cuando al menos el 50% de la capacidad productiva está afectada— o de desastre agropecuario, en casos donde el daño alcanza o supera el 80%.