Era un hombre discreto, poco hablador, de rutina diaria (supermercado, bar, paseo y vuelta a empezar) que hacía su vida sin molestar a nadie. Así recuerdan a Antonio Famoso los vecinos que le conocieron . Cumpliría ahora 86 años.
Un aniversario que ya nadie va a celebrar. Antonio, se ha sabido ahora, murió en la más extrema soledad –rompió contacto con su mujer y dos hijos al separarse hace tres décadas– cuando tenía poco más de 70 años y en estos últimos tres lustros nadie lo ha he echado en falta.
Este fin de semana una inundación provocada por las últimas lluvias caídas en Valencia ha sacado a flote su cadáver momificado.
La sorpresa de los vecinos de Antonio, en el barrio de la Fuensanta, ha sido mayúscula. Dicen que no echaron en falta a Antonio cuando dejó dar señales de vid