Ubicado en la estación astronómica Carlos Cesco, en el Barreal, Calingasta, a 240 kilómetros de la capital de San Juan y a 2348 metros de altura sobre el nivel del mar, el Radiotelescopio Chino-Argentino (CART, por sus siglas en inglés), un proyecto único en Sudamérica para detectar la tenue radiación electromagnética de objetos celestes distantes, debía comenzar sus primeras pruebas a fines de este año y encontrarse completamente operativo en 2026. Al menos, en los planes. Pero desde junio, cuando caducó el convenio vigente, firmado en 2015 por diez años y que debía ser renovado, la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), que tiene a su cargo la participación argentina, no logra que ninguna autoridad nacional habilite continuar con la construcción (ya muy avanzada) de esa mole con una an
Peligra la continuidad de un ambicioso proyecto astronómico

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