¡Drones en las cárceles! La nueva amenaza que preocupa a España

La semana pasada, un dron sobrevoló la cárcel Sevilla I, ubicada en Alcalá de Guadaira. Este vuelo, que se realizó sin ser detectado, permitió que el aparato dejara caer una bolsa en el patio de uno de los módulos. Una persona en la sombra estaba esperando el paquete y lo recogió. Este incidente ha sido ampliamente compartido en redes sociales.

Este no es un caso aislado. La semana anterior, los Mossos d’Esquadra detuvieron a un hombre que utilizó un dron para introducir teléfonos móviles y drogas en la cárcel catalana de Brians 1. Además, el Centro Penitenciario de Palma de Mallorca ha alertado a la Fiscalía sobre la creciente “proliferación de drones” que se utilizan para introducir objetos prohibidos en las prisiones.

Instituciones Penitenciarias, que depende del Ministerio del Interior, ha reconocido que el uso de drones se ha convertido en un problema en las cárceles españolas. En respuesta, el Consejo de Ministros aprobó una declaración de emergencia para la compra de sistemas de detección y neutralización de drones, con un presupuesto de 4 millones de euros. Estos sistemas están destinados a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para su uso en centros penitenciarios.

Joaquín Leyva, portavoz del sindicato Acaip-UGT, comentó sobre la situación: “Este es un problema creciente, por varias razones. En primer lugar, porque son prácticamente indetectables, salvo por observación directa. Segundo, por lo peligroso de lo que pueden llegar a transportar.” Leyva advirtió que, aunque hasta ahora se han detectado drones que transportan drogas o teléfonos móviles, existe el riesgo de que se introduzcan armas u otros elementos peligrosos.

Tradicionalmente, los internos intentaban introducir objetos prohibidos a través de visitas autorizadas o al regresar de permisos. Sin embargo, ahora se ha sumado una nueva modalidad: el uso de drones por parte de personas externas que envían paquetes a los presos. Estos drones son utilizados para transportar drogas como heroína, cocaína y hachís, así como teléfonos móviles de última generación y otros dispositivos.

Fuentes policiales han indicado que ya existen grupos organizados que ofrecen este servicio a los internos, quienes les pagan desde dentro de la cárcel. Desde 2017, se han registrado incidentes relacionados con drones, comenzando con la interceptación de seis aparatos en ese año. Sin embargo, no se han proporcionado más detalles sobre el sistema que el Ministerio del Interior planea adquirir para detectar y neutralizar drones.

El sindicato ACAIP-UGT ha contabilizado 23 drones detectados en 2024 en diversas prisiones. Leyva enfatizó que “el principal problema es que son muy difíciles de detectar” y ha solicitado medidas de seguridad pasiva, como inhibidores de frecuencia, para minimizar el riesgo de vuelos de drones. La última Estrategia de Seguridad Aeroespacial Nacional, publicada en julio de este año, también ha abordado la preocupación por el uso de drones en espacios sensibles como las cárceles.