Sevilla no solo fue capital de la devoción andaluza el pasado fin de semana. También fue punto de encuentro para casi dos centenares de hermandades de toda España, unidas por un nombre que trasciende cofradías y geografías: Esperanza. En este marco de fe compartida, 17 miembros de la Hermandad de Jesús entrando en Jerusalén y Nuestra Señora de la Esperanza –conocida popularmente como la Borriquilla– participaron en la primera edición del Congreso Internacional de Hermandades de la Esperanza en el marco de la Misión en el Polígono Sur, con motivo de su Año Jubilar.

Una cita ineludible que se convirtió para los conquenses en una experiencia profundamente conmovedora y simbólicamente histórica: cinco de sus miembros fueron invitados a portar, en un breve, pero inolvidable tramo, el paso de l

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