
Investigadores de la Universidad de Buckingham, en el Reino Unido , han identificado que los aerosoles nasales , ya sean líquidos o en polvo, podrían ser igual de efectivos e incluso en algunos casos superar a los tradicionales dispositivos de inyección como los EpiPens para la administración de adrenalina. Los resultados fueron presentados recientemente en el Congreso Europeo de Medicina de Emergencia, realizado en Viena (Australia).
La anafilaxia es una reacción alérgica grave que puede desencadenarse por alimentos como frutos secos o por picaduras de insectos, y representa una situación de emergencia que pone en riesgo la vida . Durante un episodio de anafilaxia, los pacientes pueden experimentar picazón, sarpullido, hinchazón en ojos, manos, pies, boca, lengua y garganta, dificultad respiratoria, sibilancias, dolor abdominal, náuseas y vómitos. En casos severos, el individuo puede desmayarse y perder el conocimiento en cuestión de minutos, requiriendo tratamiento inmediato con adrenalina, generalmente mediante inyección o infusión intravenosa.
La doctora Danielle Furness llevó a cabo una revisión sistemática de cinco estudios internacionales que comparaban la eficacia de la adrenalina administrada por vía intramuscular , como ocurre con los EpiPens, frente a aerosoles nasales. Su investigación, realizada mientras completaba sus estudios de Medicina en Buckingham, incluyó datos provenientes de Israel, Canadá, Tailandia, Estados Unidos y Japón. Según Furness, «a adrenalina intranasal, administrada como líquido o en polvo seco, puede ser tan efectiva como el EpiPen, y en ciertas presentaciones incluso alcanza el torrente sanguíneo más rápido».
La doctora Furness, quien actualmente cursa el primer año de medicina en el Royal Derby Hospital (Reino Unido), decidió comparar las opciones emergentes para la anafilaxia, como los aerosoles nasales, con las directrices actuales y las recomendaciones de referencia mientras estudiaba cuidados intensivos para obtener su título. Se centró en alternativas sin agujas para pacientes con fobia a las agujas u otras barreras para el uso de EpiPens.
Metabolismo
De esta forma, evaluó la seguridad y eficacia de los diferentes sistemas de administración de adrenalina , y también la farmacocinética, el proceso mediante el cual el fármaco entra, sale y atraviesa el cuerpo, centrándose en la absorción, la distribución y el metabolismo.
Así, descubrió que la absorción de los aerosoles nasales era comparable o incluso más rápida que la de las inyecciones, con un tiempo máximo de 2,5 a 20 minutos, en comparación con los 9 a 45 minutos de la adrenalina inyectada. Se observaron niveles de adrenalina en el plasma sanguíneo similares o superiores con los aerosoles nasales , mientras que la frecuencia cardíaca y la presión arterial fueron similares entre los pacientes que recibieron adrenalina mediante aerosol nasal o inyección. Los efectos secundarios del aerosol nasal fueron leves y desaparecieron rápidamente.
Es importante destacar que los aerosoles nasales duran más y son más portátiles que los dispositivos de inyección . Su vida útil es de dos años, mientras que los dispositivos de inyección deben reemplazarse cada 12 a 18 meses. Los aerosoles nasales tienden a ser más pequeños y portátiles que los dispositivos de inyección, como el EpiPen. El aerosol nasal Neffy mide poco más de seis centímetros de largo, mientras que el EpiPen mide poco más de 15 cm.
Adrenalina
Ante esta evidencia, Furness afirma: «Si se aprueba su uso, los espráis nasales podrían convertirse en una alternativa adecuada e igual de eficaz sin agujas que el EpiPen, el tratamiento actual para la anafilaxia. Los pacientes seguirían necesitando instrucciones claras sobre cómo y cuándo usar un spray nasal, pero podría mejorar la administración oportuna de adrenalina, especialmente para personas con miedo a las agujas o en entornos públicos extrahospitalarios, lo que podría reducir las tasas de hospitalización. Para los médicos, es otra herramienta que podría ayudar a prevenir retrasos en el tratamiento».
Los puntos fuertes de la revisión incluyen que analizó los aerosoles nasales tanto líquidos como en polvo seco, comparándolos directamente con el estándar de oro actual de adrenalina inyectada; investigó los efectos de los diferentes sistemas de administración sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca, y no solo la rapidez con la que el fármaco ingresaba al torrente sanguíneo; y los ensayos se llevaron a cabo en varios países diferentes.
Las limitaciones incluyen que todos los estudios fueron ensayos tempranos de fase I, en los que los diferentes sistemas de administración se prueban en adultos sanos que no experimentaban anafilaxia; algunos de los estudios revisados tenían un número pequeño de pacientes y había diferencias en las dosis y los dispositivos de administración probados; todavía no hay datos de seguridad a largo plazo; y no es seguro cómo funcionarán los aerosoles nasales en el uso diario fuera de las condiciones de ensayo controladas.