La historia de Anita conmovió a la comunidad fueguina y generó una ola de apoyo en redes sociales. Mientras la familia espera la autorización médica, cientos de vecinos, comercios y organizaciones impulsan acciones para que la niña pueda acceder al tratamiento que necesita.

Mansilla recordó que los primeros síntomas aparecieron durante la pandemia, cuando su hija comenzó a sufrir deformaciones y dolores en las manos. Tras numerosos estudios, especialistas confirmaron que padece una enfermedad ósea poco frecuente que provoca el crecimiento de tumores benignos. “Nos explicaron que hay un 20 por ciento de riesgo de que se vuelvan malignos, por eso deben extirparse”, relató.

El cuadro clínico se agravó con el tiempo. La niña presenta además baja talla, hipoacusia, asma y dificultades en el h

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