Amenazar con terminar la relación cada vez que hay una discusión no es una forma de resolver conflictos, sino una manera de ejercer control emocional. Quien lo hace, a menudo no busca terminar, sino provocar miedo o culpa en el otro, para que ceda y se mantenga el vínculo bajo presión.
Según la psicóloga Juliana Sequera , este comportamiento “no es una simple expresión de enojo, ya que detrás de la amenaza suele haber inseguridad emocional y miedo al abandono”. La persona usa la ruptura como defensa ante el conflicto, porque no sabe expresar su malestar de manera sana.
Aunque muchas veces no sea consciente, esta actitud busca recuperar poder o atención. “Con esa amenaza se genera miedo y sumisión en el otro. Es una forma de control emocional ”, precisa Sequera. Asimismo, si se repite