Matar al abogado David Cohen en las escaleras del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México fue un acto de poder e impunidad. Lo ejecutaron de un balazo en la cabeza este lunes, en horas de intensidad peatonal, porque es cuando van terminando las comidas en esa zona, corazón del Poder Judicial capitalino, repleta de policías bancarios, auxiliares y judiciales.
Su muerte no puede ser normalizada o minimizada. Cohen era un abogado de alto perfil con importantes conexiones en los tribunales y en la política, cuyo asesinato se inscribe en una incontenible degradación de la vida pública y social que vivimos.
Cohen era un abogado que llevaba asuntos muy delicados y de mucho dinero en juego, reconocido por lo duro que era y por no mostrar nunca miedo. Era querido y odiad