Lo llaman el basurazo y, guste más o menos, lo innegable es que el palabro resume bien la sorpresa con la que se han encontrado miles de hogares españoles al revisar sus cuentas: de repente sus ayuntamientos han empezado a cobrarles sumas más que considerables por la recogida de basuras o han disparado sus tasas (en algún caso pasando de 67 a 126 euros ), lo que incluso se deja sentir ya en el IPC.
En realidad tiene poco de inesperado, si se tiene en cuenta que es algo que se ve venir (al menos) desde 2022 . Lo que sí hay detrás es debate... y dudas.
¿Qué ha pasado? Que España ha visto cómo la basura se convertía en una enorme patata caliente política. Y con razón, si tenemos en cuenta que miles de hogares repartidos a lo largo y ancho del país se han encontrado con que la