Había un chiste en las vísperas del 2001 que recorría todo tipo de programas cómicos y políticos, que en esos años hablaban más o menos de lo mismo que hoy.
Resulta que viene el presidente y le dice a su Gabinete:
—Tengo una buena y una mala noticia—. Entonces, el ministro de Economía le dice:
—Diga primero la buena.
—Bueno, nos perdonaron la deuda externa—contestó el presidente.
En ese momento todo el gabinete estalla en aplausos y llantos de alegría. Festejan con champagne y se abrazan. Era el momento más feliz desde que habían asumido el Gobierno.
—¿Y la mala?—dice la ministra de Economía.
—Tenemos 24 horas para abandonar el país—.
Este chiste resuena en la actualidad por varios temas. Lamentablemente seguimos atrapados en los mismos problemas que hace 25 años, pero también tene