La escasez de lleva a que la competencia por hacerse con alguna de las propiedades que sale al mercado se haya vuelto voraz. Según el último estudio de Idealista, un 13% de las viviendas vendidas durante el tercer trimestre de 2025 encontró comprador en menos de una semana, reflejo de un mercado tensionado y competitivo. Los datos revelan que otro 21% tardó en venderse entre una semana y un mes ; otro 26% entre uno y tres meses; el 32% estuvo entre tres meses y un año; y el 8% más de un año.
Este fenómeno se ha convertido en un termómetro del desequilibrio entre la escasa oferta y la fuerte demanda . En un contexto de precios al alza y pocas alternativas disponibles, muchos compradores actúan con premura, incluso antes de visitar físicamente la vivienda, por miedo a quedarse fuera