Hace años que el sector II de Gran Sabana, mejor conocido como Core 8, parroquia Unare de Puerto Ordaz, enfrenta una crisis sanitaria y urbana sin precedentes. Calles anegadas por aguas negras y tubos rotos se han convertido en la normalidad que soportan sus habitantes.
La situación ha escalado a niveles alarmante, aunado a basuras acumuladas, olores pestilentes y la proliferación de insectos amenazan la salud de la comunidad.
El problema no es exclusivo de unas pocas manzanas. Andrés Gutiérrez, residente de la zona, expresa la desesperación que se siente todos los días y afirma que “los cachimbos de las casas están obstruidos. Las aguas fecales se devuelven y llegan hasta nuestras pocetas. Vivimos en un estado de podredumbre constante.” Su queja representa la voz de muchos que ven cómo