Desde el momento en que Daniel Quintero Calle fue inscrito como uno de los aspirantes a la consulta interna del Pacto Histórico para definir la candidatura presidencial de la izquierda en 2026, comenzaron los enfrentamientos internos. Con una trayectoria política que antes transitó por sectores tradicionales y con la impronta de un estilo conflictivo, Quintero generó recelos entre sectores del progresismo. Al saltar a la contienda respaldado por el presidente Gustavo Petro, tensionó relaciones internas y fue visto como un outsider dentro de la coalición.

Su campaña interna estuvo plagada de símbolos (banderas, arengas, denuncias) y también múltiples cuestionamientos judiciales y políticos. Sin embargo, cuando la consulta del 26 de octubre ya estaba en marcha —y los tarjetones impresos con

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