No hay que ser un gran cátedro para saber que una Constitución es algo importante, tanto que la de los ingleses no está ni siquiera escrita (no hay nada más serio que la palabra que no necesita del papel para ser cumplida). A lo largo de su historia, España ha tenido siete constituciones (ocho, si contamos con el Estatuto de Bayona otorgado por Bonaparte), pero hasta la de 1978 todas se elaboraron desde el sectarismo, imponiendo las directrices de una determinada facción y obviando los anhelos y principios de las demás.
España, como nación política (que no cultural y espiritual), se fundó con la Constitución de 1812, un texto glorificado por la historiografía liberal española, pero que fue escrito e impuesto por las élites intelectuales a espaldas del sentir general del reino, de ahí ese