Aunque jueces federales han bloqueado el despliegue de la Guardia Nacional ordenado por Trump en ciudades lideradas por demócratas como Chicago y Portland, hay un creciente temor de que el próximo paso del presidente sea invocar la Ley de Insurrección, aunque carezca de las bases legales para hacerlo.

Y es que Trump permanece desafiante a pesar de las objeciones legales y constitucionales a su plan de militarizar ciudades demócratas donde él asegura que hay “enemigos internos”. Con la excusa de combatir la inmigración indocumentada y la criminalidad, la administración quiere normalizar la militarización de ciudades, con resultados adversos.

Hay mayor inseguridad, sobre todo para personas de color así sean ciudadanos por las detenciones indiscriminadas conducidas por agentes de ICE enma

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