La política francesa vivió este jueves una jornada de alta tensión. En una intervención calificada como «una de las más potentes de los últimos años» , la líder de Reagrupamiento Nacional (RN) , Marine Le Pen , protagonizó un discurso demoledor contra el Gobierno de Sébastien Lecornu , en el marco del debate de las mociones de censura presentadas en la Asamblea Nacional.

Pese a no haber prosperado la iniciativa para derribar al Ejecutivo, la intervención de Le Pen reconfiguró el eje del debate político y consolidó su posición como principal voz de la oposición , en un momento en que Francia atraviesa una de sus etapas de mayor fragmentación parlamentaria desde el final de la Quinta República.

«La política francesa se ha reducido a las cobardías del centro y a los gritos vacíos de la izquierda, mientras la nación exige claridad y coraje», denunció Le Pen ante los diputados.

Con un tono firme y una retórica depurada, Le Pen cuestionó tanto al Gobierno como al propio sistema bipartidista , al que calificó como «una herencia enclenque de Charles de Gaulle» , acusando a sus adversarios de haber «traicionado el espíritu soberanista de Francia» .

Lecornu sobrevive, pero el macronismo se debilita

El primer ministro Sébastien Lecornu logró superar dos mociones de censura consecutivas , aunque por un margen mínimo de apenas 14 votos , lo que pone en evidencia la debilidad extrema del Ejecutivo y su dependencia de acuerdos puntuales con fuerzas centristas y ecologistas .

Tres diputadas verdes — Delphine Batho, Dominique Voynet y Catherine Hervieu — rompieron la disciplina de su grupo y se abstuvieron, evitando que la moción presentada por Francia Insumisa (LFI) prosperara. Sin embargo, el resultado no ha sido una victoria política para Lecornu , sino una prórroga incierta para un Gobierno acosado por divisiones internas y una Asamblea profundamente polarizada .

Fuentes cercanas al Elíseo admiten que el resultado refleja un desgaste acelerado del macronismo , que se mantiene en pie gracias a pactos de última hora y a la ausencia de una mayoría clara alternativa .

Una oposición en ebullición

El discurso de Le Pen ha sido interpretado como el relanzamiento de su liderazgo político , pese a que la justicia francesa ha ratificado su inhabilitación temporal derivada de su condena por financiación irregular. Aun así, su influencia sobre el grupo parlamentario de RN y su capacidad de marcar agenda mediática permanecen intactas.

La líder nacionalista centró buena parte de su intervención en criticar la debilidad del Gobierno ante la crisis económica , denunciando que «Francia está gobernada por tecnócratas desconectados del pueblo» .

«La herencia de Macron es una Francia dividida, endeudada y humillada ante Bruselas», aseguró Le Pen, ante los aplausos de sus diputados y el silencio incómodo de buena parte del hemiciclo.

Su discurso, cargado de referencias a la soberanía, la identidad nacional y el poder adquisitivo , logró trascender las líneas partidistas , siendo comentado incluso por analistas críticos con su ideología.

El desafío económico que amenaza al Gobierno

El contexto financiero ha agravado la fragilidad del Ejecutivo. Francia se enfrenta a un déficit público desbordado y un crecimiento estancado , lo que obliga al Gobierno a aplicar reformas impopulares y recortes drásticos para mantener la confianza de los mercados.

El Consejo de Análisis Económico ha propuesto medidas que van desde ajustes en el gasto social y sanitario hasta aumentos fiscales selectivos , opciones que Lecornu deberá negociar con una Asamblea dividida y una ciudadanía cada vez más desconfiada.

Los economistas advierten de que el margen de maniobra del Gobierno es mínimo : cualquier error en la gestión del presupuesto podría precipitar nuevas elecciones legislativas anticipadas , una posibilidad que Marine Le Pen no oculta desear .

Un clima político cada vez más tenso

La sesión parlamentaria dejó al descubierto la crispación política y mediática que atraviesa Francia. Mientras los partidos de izquierda acusaron a Le Pen de «utilizar el patriotismo como herramienta de división», desde la derecha tradicional se reconoció que su discurso tocó fibras sensibles entre los votantes descontentos con el rumbo del país.

El analista político Jean-Marc Four comentó en Le Figaro que «Marine Le Pen ha pasado de ser una figura de protesta a convertirse en la voz estructurada de la alternativa» , mientras que otros expertos alertan del riesgo de que su ascenso acentúe la polarización .

El equilibrio de Lecornu y el ocaso del macronismo

Aunque el Gobierno haya sobrevivido a las mociones de censura, los observadores coinciden en que la era Macron entra en su fase terminal . Con una Asamblea sin mayoría, una economía al límite y un creciente malestar social , el Ejecutivo de Lecornu se sostiene más por inercia que por fuerza política .

Francia se adentra así en una nueva etapa de inestabilidad institucional , en la que el enfrentamiento entre Marine Le Pen y las fuerzas de izquierda marcará el tono de los próximos meses.