El barrio de San Carlos, en Sevilla, vivió una mañana marcada por la indignación y el dolor tras la concentración vecinal convocada en memoria de Sandra, una adolescente de 14 años que se quitó la vida presuntamente a causa del acoso que sufría en el colegio Las Irlandesas de Loreto.

La plazoleta situada junto al centro educativo se llenó de vecinos y familias que exigieron justicia y medidas contra el acoso escolar. En la fachada del colegio aparecieron diversas pintadas con mensajes de protesta, reflejo del malestar generalizado entre la comunidad.

El caso ha conmocionado al vecindario y ha reavivado el debate sobre la respuesta de los centros educativos ante situaciones de acoso entre alumnos. La tensión en la zona llevó a que agentes de la Policía Nacional se personaran en el colegio

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