La emblemática canción de John Lennon, creada en 1969, poco le debe rimar a Trump. A él lo que le interesa es asegurar y consolidar futuras inversiones familiares en complejos hoteleros y campos de golf probablemente en Gaza, Ucrania y hasta Venezuela
Al parecer Trump escuchó la canción de Lennon y decidió forzar a Netanyahu para que aceptara la primera fase del Acuerdo de Paz, pues el estropeado oído del primer ministro israelí solo escucha las detonaciones, explosiones y la destrucción causada por los misiles lanzados contra miles de palestinos indefensos, desplazados y masacrados sistemáticamente durante dos años. Así Netanyahu convirtió la Franja de Gaza en una especie de Auschwitz a cielo abierto, profanando la memoria de sus antepasados y deshonrando la grandeza del legado cultura