La justicia le denegó la libertad a una tercera persona que en julio de este año fue formalizada por tráfico de drogas, en el marco de una investigación donde cayó un “clan familiar” dedicado al comercio de estupefacientes.

Primero fue la semana pasada el colombiano Abad Cuero Belalcazar y luego se sumó Ana Rosa Llancalahuén Velásquez. Los nombres de ambos fueron a parar a la Corte de Apelaciones de Punta Arenas, instancia que confirmó la resolución de primera instancia.

Y ahora fue el turno de Luis Martínez Caicedo, quien recibió la negativa por parte del juez Pablo Alvarez a la solicitud de la defensora María Isabel Godoy, que pidió la sustitución de la prisión preventiva por un arresto domiciliario nocturno.

La fiscal Johanna Irribarra se opuso a los argumentos de la defensa, porque

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