El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el de Ucrania, Volodímir Zelenski, vuelven a verse las caras este viernes en la Casa Blanca. De entre los puntos del orden del día, uno sobresale por encima del resto: la posibilidad de que Estados Unidos entregue misiles Tomahawk a Kiev para atacar con más fuerza y más lejos a Rusia.
En los últimos días, anzando, como es habitual en él, mensajes que invitan a la esperanza de Ucrania y que a la vez . La prueba de que la decisión sería importante, más allá de que evidenciaría un apoyo inesperado a Kiev, es que Moscú se ha apresurado a amenazar con una escalada bélica si la operación se lleva a cabo (algo habitual en su lenguaje) y a forzar una conversación telefónica entre el presidente Putin y Trump. En la llamada, se supone que el Kremli