Después de tres años gobernando con mano dura, el presidente Nayib Bukele ha elegido un campo de batalla más suave. Su nueva guerra no es contra las pandillas, sino contra los perros y gatos callejeros. Promete compasión, alianzas globales y un modelo que podría redefinir el bienestar animal en toda América Latina.
Del puño de hierro a la palma abierta
La publicación fue tan inesperada como deliberada. “Miles de perros y gatos viven en nuestras calles. Queremos cambiar eso, pero sin crueldad”, escribió Bukele en X (antes Twitter) a inicios de octubre. “Tenemos los recursos financieros, pero buscamos socios expertos para convertirlo en un modelo para América Latina. ¿Quién quiere venir a ayudar?”
Este es el mismo presidente que declaró un estado de excepción, encarceló a más de 70,000 pe