Al reconocer una autorización encubierta de la CIA para Venezuela, el presidente Donald Trump rompió la regla no escrita de silencio en torno a las “determinaciones presidenciales” . Sus partidarios celebran una acción decisiva contra los cárteles; sus críticos advierten sobre excesos legales, amnesia histórica y la silenciosa expansión de la guerra secreta en América.

Una admisión rara con consecuencias de gran alcance

Normalmente, los presidentes firman estas “determinaciones” en susurros —órdenes clasificadas conocidas solo por unos pocos legisladores— y dejan que la maquinaria de inteligencia funcione discretamente bajo la superficie. Pero decirlo en voz alta es precisamente el objetivo esta vez. Trump quiere que la región, y sus votantes, sepan que la CIA ha sido liberada para r

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