Farid Camilo Castaño, alcalde de Calamar, en el Guainía, escapó providencialmente a un ataque atribuido a las disidencias que las Farc que atacaron con cargas explosivas su casa el pasado 14 de octubre. Su madre y su hermano se salvaron, pero no la señora a cargo de los servicios domésticos que sufrió graves fracturas en uno de sus pies por causa de las esquirlas de metralla y su fiel mascota murió sin alcanzar a recibir atención.

Castaño concluyó que la única manera de preservar su gobernabilidad, en medio de amenazas y atentados, sería contar con un respaldo real del gobierno del presidente Gustavo Petro y de las Fuerzas Armadas. Se resistiría hasta donde fuera posible a dejar su municipio y a gobernar en condición de desplazados.

El gobernador de su departamento, Yeison Rojas Martínez

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