Durante años, hemos visto imágenes de extraños surcos en las dunas de Marte que parecían haber sido tallados por agua líquida, alimentando las esperanzas de encontrar condiciones para la vida . Pero la realidad, como suele ocurrir en estos campos, es mucho más extraña y fascinante como ha mostrado un nuevo estudio publicado en Geophysical Research Letters que no solo confirma que el culpable es el hielo de dióxido de carbono, sino que ha descubierto un mecanismo completamente nuevo y que parece sacado de la ciencia ficción.
El estudio. La Dra. Lonneke Roelofs de la Universidad de Utrecht, autora principal del estudio, lo describió de una forma que nos resultará familiar a muchos: "Sentí como si estuviera viendo a los gusanos de arena de la película Dune". Y no es para menos. En