Donald Trump vuelve a dar un giro en su política exterior después de hablar con Vladímir Putin . Si la cumbre de Alaska sirvió para que la Casa Blanca abandonara la idea de aplicar nuevas sanciones a Rusia, la conversación telefónica de este jueves ha llevado al presidente de Estados Unidos a poner en duda la posibilidad de suministrar misiles Tomahawk a Ucrania , una opción que había dejado entrever a principios de semana para intensificar la presión sobre el Kremlin. ¿El motivo? Según ha admitido el republicano en una breve comparecencia en la Casa Blanca, el líder ruso ha expresado su malestar. "También necesitamos Tomahawks para Estados Unidos. Muchos. Quiero decir, no los podemos agotar para nuestro país. Así que, ya sabes, son muy importantes. Son muy potentes, son muy precis
Putin achanta a Trump, que después de una llamada es más reticente a dar misiles Tomahawk a Ucrania

73