Poza Rica, 16 de octubre. “Ya ni ganas de vivir tengo” , dice un joven que camina entre montones de basura, muebles, ropa, colchones, enseres domésticos y otros objetos que ya despiden olores fétidos y para minimizarlos los vecinos les han echado cal. El muchacho avanza entre agua lodosa que le llega por encima de sus tobillos mientras habla por teléfono.

Él es uno de los habitantes de la colonia Lázaro Cárdenas, de esta ciudad rodeada de montañas y ríos que desembocan al Golfo de México, y que forma parte de las comunidades que son auxiliadas por personal de la Secretaría de Marina (Semar).

Este municipio es uno de los más afectados por las intensas lluvias de hace una semana, pero a decir de los vecinos, más que por los efectos directos de las tormentas tropicales en esta ciudad, se

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