Ana Palacio Actualizado Sábado, 18 octubre 2025 - 08:38
Equipaje de mano Libertad de ladrar y triple contrato social
En Nueva York, durante la última semana de la Asamblea General de Naciones Unidas, en las postrimerías de septiembre, la sensación dominante era la de un mundo en busca de brújula. En los pasillos se hablaba menos de las guerras abiertas que de otra batalla difusa: la del multilateralismo por sobrevivir.
China señoreó con una agenda de poder perfectamente hilada. Su primer ministro, emisario de un Xi Jinping que ya no necesita participar en carne mortal para hacerse sentir, expuso con calma su tesis de gobernanza global práctica, una combinación de eficacia, desarrollo y respeto formal a la soberanía. Un discurso frío, pero de apabullante aplomo: oferta de orden e