¡Qué raro! El llamado Congreso de los Pueblos se tomó la Universidad Nacional con 2.000 personas, sin que ningún ministerio o entidad oficial tuviera idea de lo que pasaba y de lo que iba a pasar en el campus ni en otros cinco sitios en la ciudad, donde se distribuyeron para armar cambuches, bloquear avenidas y ensuciar muros con sus consignas de “Aquí en la lucha”.

Que peco de suspicacia retorcida me dirán desde la izquierda, pero algo no huele bien en esta movilización, que me recuerda los inicios de la toma narcoterrorista disfrazada de estallido social.

Primero: los motivos suenan a telón de utilería, como la reforma de Carrasquilla. Para el representante de las comunidades negras, el propósito es dialogar sobre “el mapa político actual y cuál es la nueva Colombia que se plantea desd

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