Desde mediados de agosto, el gobierno de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tomó cartas en el asunto contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela. En un hecho inédito y que rompía totalmente con la política de presión diplomática que venía ejerciendo Washington desde hace casi una década, la Casa Blanca decidió enviar buques de guerra, aviones militares y hasta submarinos al Caribe con el objetivo de atacar a los grupos narcotraficantes. Pero eso solo fue el inicio y ahora, el objetivo parece ser sacar al dictador del poder a como dé lugar.

A pesar de que la situación pareció estancarse durante semanas, nunca hubo verdadera calma para la dictadura venezolana, que con el paso de los días luce cada vez más atemorizada ante la posibilidad de una acción militar por parte

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