Un centro histórico con un mínimo de 8.000 coches menos es posible en Salamanca. Ese es el horizonte que marca la futura aplicación de la Zonas de Bajas Emisiones, que no será efectiva hasta 2029, pero que vistos los datos actuales obligará a un importante espurgo de vehículos. El motivo, el reducido número de vehículos que cuentan con las etiquetas más limpias de la DGT, las que garantizan acceso permanente, y el alto volúmen de los que circulan y tienen más de 25 años a sus espaldas.
La puesta en marcha del renovado control de acceso a las calles peatonales en el centro de Salamanca es la antesala de lo que, dentro de muchos años, será la ZBE si es que no hay cambios en los planes del Gobierno y de Tráfico. El perímetro peatonal en el que hay límites para acceder en coche coincide con e