A Osasuna le corresponde ponerse en marcha tras el parón de la Liga en el contexto donde más dudas genera , menos agresivo se muestra –así lo reconoció el entrenador– y donde no ha sacado puntos. Además la visita es al campo del Atlético de Madrid , un equipo difícil por definición que se marchó al descanso del campeonato en pleno proceso de reconstrucción tras un inicio más o menos discreto por un par de malos marcadores –empató con diez jugadores en su último encuentro en el estadio del Celta (1-1)–, en donde su pegada como local ha ido creciendo tras ceder un empate ante el Elche (1-1) –dos goles al Villarreal (2-0), tres al Rayo (3-2), cinco al Real Madrid (5-2), pero también cinco en la Champions al Eintracht (5-1)–.

Lisci y sus jugadores saben de sobra que afrontan una de l

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