El Govern de la Generalitat encara el reto de elaborar y aprobar los presupuestos de 2026 en un contexto político en el que la aritmética parlamentaria obliga a buscar acuerdos con sus socios de investidura: Esquerra Republicana y los Comunes. Sin embargo, las negociaciones no terminan de arrancar. Mientras el Ejecutivo socialista se muestra optimista y asegura que está cumpliendo los compromisos pactados, tanto ERC como los Comunes insisten en que, a día de hoy, no se dan las condiciones para sentarse a negociar las cuentas.

Esta oposición de narrativas es cada vez más evidente, pues se sigue sosteniendo a medida que avanza el año. A finales del curso pasado, la Generalitat todavía tenía margen. Sin embargo, estando a mediados de octubre, si el PSC quiere tener las cuentas listas en 2026

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