El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha propuesto un salario mínimo común para todos los trabajadores de la Unión Europea. Esta iniciativa fue presentada durante su intervención en el congreso de los socialistas europeos en Ámsterdam, donde también advirtió sobre el crecimiento de la extrema derecha en el continente. Sánchez, quien es el único líder socialista que ha sobrevivido a las recientes elecciones en la UE, destacó la necesidad de unidad entre las fuerzas progresistas para contrarrestar el retroceso de los derechos fundamentales. En su discurso, mencionó temas como el aborto, las políticas medioambientales y la igualdad de género. "Cuando atacan nuestra libertad están socavando los principios de la democracia [...] No daremos un solo paso atrás", afirmó. Sin nombrar directamente al Partido Popular (PP), Sánchez criticó a la derecha convencional por seguir la agenda de la extrema derecha. "España no es una excepción; allí, la derecha convencional se ha convertido en otro satélite de la extrema derecha [...] tienen miedo de ser engullidos", expresó. El presidente español enfatizó que para ser creíbles, las fuerzas progresistas deben ser "consistentes y coherentes". Afirmó que "todas las vidas tienen los mismos valores: en Ucrania, Gaza y en el resto del mundo". Sánchez también defendió las políticas de su Gobierno, subrayando que el 60% de la generación de energía en España proviene de fuentes renovables. "Estamos desmantelando, uno por uno, los viejos dogmas impuestos por la derecha durante y después de la crisis financiera de la década pasada", aseguró. Finalmente, hizo un llamado a centrar la agenda europea en temas como la crisis de la vivienda, la igualdad de género, la transición verde justa y la expansión de los derechos de los trabajadores. "Está en nuestra mano asegurarnos que la UE mejora nuestras vidas, incluyendo un salario mínimo común en toda la UE", concluyó el líder socialista.