Pasamos más tiempo frente a pantallas que durmiendo, comiendo o caminando. Lo que parecía un gesto inofensivo —mirar el celular, teclear en la computadora, encorvarse sobre una tablet— está modificando nuestra estructura corporal. La ciencia ya lo advierte: la era digital está dejando huellas visibles en músculos, huesos y posturas.

Cada vez que inclinamos la cabeza para mirar el celular, el peso que soporta el cuello se multiplica . A 15° de inclinación, la carga equivale a 12 kilos. A 60°, puede llegar a 27. Ese esfuerzo constante, repetido miles de veces al día, está transformando la anatomía moderna.

Vivimos conectados. Trabajamos frente a pantallas, nos comunicamos a través de ellas y, muchas veces, descansamos del trabajo mirando más pantallas. Este hábito global ya tiene nom

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