Natalia Kidd

Buenos Aires, 18 oct (EFE).- Pese a las promesas de ayuda del Gobierno de Estados Unidos al Ejecutivo del presidente argentino, Javier Milei ,y a la decisión de comprar pesos para rebajar las tensiones cambiarias en Argentina, la moneda del país suramericano no logra generar confianza y su futuro es impredecible a una semana de unos comicios legislativos clave.

Tanto los pequeños ahorradores como los inversores expertos no paran de demandar tantos dólares como puedan comprar, convencidos de que, tarde o temprano, el peso argentino se depreciará aún más.

En el mercado domina la idea de que el esquema cambiario de libre flotación entre bandas puesto en marcha a mediados de abril, en simultáneo con la firma de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), está

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