Roberto Pliego Ciudad de México / 17.10.2025 22:25:47
Tres historias separadas en el tiempo, pero unidas por la misma sensación de perplejidad frente a las maravillas de la Creación, concurren hasta formar un solo cuerpo en El corazón habitante (Almadía) de Daniela Tarazona : una mujer de la era prehistórica, que gruñe y tiene hambre, pinta ciervos y caballos en las paredes de una cueva mientras su compañero sale de caza; el anatomista inglés William Harvey disecciona animales y seres humanos para dar con el mecanismo que hace posible la circulación de la sangre; un cosmonauta prepara su regreso a la Tierra después de una temporada experimental en el espacio exterior. Son tres representaciones de nuestra manera de estar, y no estar, en el mundo.
Tarazona parece desandar los pas