Libro de Testimonios atesora la gratitud de feligreses al doctor José Gregorio Hernández
Bajo el amparo de la reliquia del doctor José Gregorio Hernández reposa, en una pequeña mesa de mármol, una libreta cosida de unas cien hojas. Sus tapas forradas por el clásico papel adhesivo, usado para proteger los útiles escolares de los niños, contrasta con la solemnidad de su misión: ser testigo de la intercesión del médico de los pobres.
La grandeza del doctor José Gregorio Hernández siempre radicó en la bondad de un alma sencilla. Esa misma esencia se refleja en el libro que guarda los testimonios de sus devotos. No es un tomo encuadernado con cuero, sino una humilde libreta escolar, cuyo valor proviene de aquellas páginas donde la fe se convierte en tinta y las súplicas en milagros concedidos