“Sí, absolutamente” , le respondió Javier Milei a Esteban Trebucq, en la noche del jueves, cuando el periodista le preguntó si Santiago Caputo tendría después de las elecciones un “rol central” en el gabinete. Esa respuesta provocó un tembladeral interno. No tanto por la definición en sí -¿de qué otra manera podría haber contestado el Presidente?-, si no por que los dichos estuvieron precedidos por una ofensiva interna feroz por parte del consultor que lanzó una bomba de napalm sobre las cúpulas de la Jefatura de Gabinete, la Cancillería y la presidencia de la Cámara de Diputados.
Guillermo Francos , al que desde la cúpula oficial del PRO consideran la voz más racional del Gobierno, está harto de las operaciones . Es una incógnita qué lugar tendrá -¿lo tendrá?- en la reorganizació