El presidente de Estados Unidos, Donald Trump , ha respondido con sarcasmo y provocación a las manifestaciones masivas del movimiento izquierdista No Kings (Sin Reyes) , que este sábado tomaron las calles de más de 2.700 ciudades dentro y fuera del país para denunciar lo que califican como una “deriva autoritaria” del Gobierno republicano.

En un vídeo publicado en sus redes sociales oficiales , Trump aparece coronado, vestido con uniforme militar y pilotando un caza de combate , mientras sobrevuela multitudes de manifestantes y lanza lo que parecen chorros de barro y heces sobre ellos. El montaje, elaborado con inteligencia artificial , fue acompañado del mensaje:

“A los que gritan que no hay reyes, les recuerdo que el pueblo es el soberano. Yo solo vuelo al servicio de América”.

La publicación, que ya ha superado los 120 millones de reproducciones en 24 horas , se convirtió en tendencia mundial bajo el hashtag #KingTrump , desatando una nueva tormenta política en Estados Unidos.

El desafío visual del presidente

El vídeo fue concebido, según fuentes cercanas al entorno presidencial citadas por Fox News , como “una respuesta simbólica y satírica ” a las manifestaciones organizadas por el movimiento No Kings , que acusa a Trump de concentrar demasiado poder, militarizar el país y erosionar las libertades civiles .

El montaje muestra al mandatario pilotando un F-35 Lightning II , mientras una voz en off —generada por IA con la voz del propio Trump— afirma:

“Dicen que quieren democracia, pero no soportan la voluntad del pueblo. No soy su rey, soy su comandante”.

En los últimos segundos, el vídeo concluye con la imagen de la bandera estadounidense ondeando sobre la Casa Blanca, y la frase:

“América no se arrodilla”.

Hasta el momento, esta ha sido la única respuesta oficial del presidente tras las multitudinarias protestas.

Una ola de manifestaciones pacíficas

Las protestas del movimiento No Kings se extendieron este sábado por todas las capitales de Estados Unidos , con especial intensidad en Nueva York, Washington D.C., Los Ángeles, Chicago y Atlanta , además de concentraciones simultáneas en Londres, París, Roma y Madrid , organizadas por colectivos de la diáspora estadounidense y organizaciones prodemocráticas europeas.

La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass , confirmó que las marchas transcurrieron de manera pacífica , a pesar de la alta participación:

“Hoy se celebraron diez marchas diferentes en nuestra ciudad. Decenas de miles de personas se manifestaron de forma cívica y sin incidentes”.

Los manifestantes, siguiendo las indicaciones del movimiento, vistieron camisetas y pañuelos amarillos , color elegido como símbolo de resistencia y libertad, en un guiño a las protestas prodemocráticas de Hong Kong de 2019 .

Las pancartas con lemas como “No Kings, No Crowns” (Sin reyes, sin coronas) o “Democracy, Not Dominion” (Democracia, no dominación) inundaron las calles, acompañadas de cánticos contra el “culto a la personalidad” que, según los organizadores, promueve el nuevo mandato de Trump.

Las acusaciones de autoritarismo

El movimiento No Kings , fundado a comienzos de 2024 por activistas demócratas, académicos y exfuncionarios de la administración Biden, acusa a Trump de erosionar los contrapesos del sistema político estadounidense y de gobernar mediante decretos ejecutivos que “bordean el autoritarismo”.

Entre sus principales críticas destacan:

  1. La militarización de las ciudades fronterizas bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico.

  2. La creación del “Consejo Patriota” , un órgano presidencial de seguridad interna que, según juristas, invade competencias del Congreso .

  3. La restricción del acceso a asilo político y ciudadanía en nombre de la seguridad nacional.

Sin embargo, los portavoces de la Casa Blanca rechazaron de plano tales acusaciones y defendieron el derecho de Trump a “expresarse creativamente” frente a quienes “buscan socavar su legitimidad”.

“El presidente Trump no es un rey, pero es un líder elegido democráticamente con un mandato claro del pueblo estadounidense”, declaró la portavoz Karoline Leavitt.

Una estrategia calculada

Para los analistas políticos, la publicación del vídeo no es un simple acto de provocación, sino una maniobra de comunicación perfectamente calculada .

El politólogo y comentarista conservador Tucker Carlson lo interpretó como “una muestra de poder irónico, una forma de responder a las acusaciones con humor, pero dejando claro quién controla la narrativa”.

Por su parte, el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Georgetown, Eliot Abrams , lo calificó como “un episodio de teatralización política sin precedentes, propio del estilo Trump: convertir una crítica en un espectáculo y dominar el discurso público”.

La batalla simbólica por la corona

El gesto de Trump de aparecer coronado tiene también una lectura histórica y cultural . En 1776, los revolucionarios estadounidenses se rebelaron precisamente contra el poder monárquico británico bajo el lema “No King but God” (Ningún rey salvo Dios).

El movimiento No Kings ha retomado esa consigna, mientras que el propio Trump —consciente del simbolismo— la ha invertido a su favor, presentándose no como un monarca, sino como el “protector del pueblo soberano” .

El vídeo termina con una última frase, también generada por inteligencia artificial, que muchos interpretan como un desafío directo a sus críticos:

“No me arrodillo ante nadie, salvo ante el pueblo americano”.

Un presidente que domina el relato

Con esta publicación, Trump vuelve a demostrar su habilidad para convertir la crítica en combustible político . Mientras la oposición demócrata intenta capitalizar las protestas para denunciar un supuesto autoritarismo creciente, el presidente ha logrado que toda la conversación pública gire en torno a su figura .

La imagen del líder montado en un caza, coronado y desafiando a sus detractores, resume su estrategia política: proyectar fuerza, desafiar la corrección política y mantener el control absoluto del relato mediático .