La jornada que apuntaba a ser una nueva celebración para el Sevilla Fútbol Club en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán concluyó con una derrota inesperada frente al RCD Mallorca por 1-3 , y una escena poco habitual entre el entrenador argentino Matías Almeyda y la afición local. El club andaluz dejó escapar una victoria que parecía encaminada tras superar con contundencia al Barcelona en la fecha anterior.
La jornada comenzó con entusiasmo para la escuadra sevillista, posicionada en el séptimo lugar de la tabla tras dos victorias consecutivas y con la posibilidad de alcanzar los puestos de Champions League. El gol de Rubén Vargas a los 17 minutos reforzó las expectativas de la hinchada. Sin embargo, el ritmo del partido se alteró en la segunda parte. Vedat Muriqi empató el ma