La trama novelesca de Vicentin tiene un nuevo escenario, con tintes de batalla final. Retirada la empresa familiar de su intento fallido de pagar un parte de la deuda y entregar el 90% de las acciones a Interesados Estratégicos, en el salvataje (cramdown) que la Justicia habilitó como última instancia antes de la quiebra, dos polos empresariales presentaron ofertas para comprar la agroexportadora.

Por un lado, la corredora Grassi, una de las acreedoras medianas que siempre rechazó la propuesta con quita del 80% de la familia de Avellaneda, juega aliada a CIMA Investments que compró la deuda de los bancos internacionales y podría sumar a una agroexportadora internacional.

Y este viernes, dos agroexportadoras de larga trayectoria, la nacional Molinos Agro, y la internacional Louis Dreyfus

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