La costa de los Grandes Lagos tiene un nuevo héroe: el Piping Plover , un ave playera en peligro de extinción que ha logrado un récord histórico de recuperación. Este éxito ambiental, que científicos, comunidades y agencias celebran, no solo es una victoria para la fauna, sino un escudo inesperado que protege miles de kilómetros de playas silvestres contra el avance inmobiliario y la urbanización.

El Piping Plover alcanzó las 88 parejas reproductoras registradas el verano pasado en la región de los Grandes Lagos, la cifra más alta en décadas. Este logro es la culminación de más de 30 años de trabajo de conservación, un modelo que expertos de la Universidad de Michigan destacan como una fuerza impulsora en la defensa de los vulnerables ecosistemas costeros.

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