Dejar propina es una práctica extendida en todo el mundo, pero la psicología señala que este hábito no solo tiene que ver con la educación o la costumbre, sino también con aspectos más profundos de la personalidad . Las personas que siempre dan propina, incluso cuando el servicio no fue excepcional, suelen actuar motivadas por la empatía , la gratitud y la búsqueda de equilibrio en las relaciones interpersonales.

Según distintos estudios en psicología social, dejar propina de manera constante refleja una alta orientación prosocial , es decir, una tendencia a comportarse de forma altruista y considerada hacia los demás. Quienes tienen este rasgo suelen sentirse bien al ayudar o recompensar el esfuerzo ajeno , y experimentan satisfacción al generar un pequeño acto de r

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